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La historia nos ha mostrado que los Griegos que se caracterizaban por ser grandes pensadores, afirmaban que la tierra estaba formada por cuatro elementos: Tierra, Aire, Agua y Fuego. Aristóteles, el padre de la filosofía Occidental junto a Platón, concluyó que habría un quinto elemento que se encontraba en el cielo al que llamó Éter y señaló entonces que este quinto elemento participaba en la formación de gran parte de los cuerpos celestes que conocemos.

Los Científicos actuales le llaman *Partícula Masiva débilmente interactuante* que son partículas hipotéticas que podrían explicar el problema de la materia oscura. Aún hoy en día siguen sin poder medirlas aunque saben que existen en el vacío absoluto. Los Astrofísicos tienen mucho tiempo estudiando estas partículas que saben que tiene una fuerza capaz de variar el curso de la luz o influir en el giro que realizan las galaxias.

Recomiendo ver una película ya famosa «El Quinto Elemento» de Luc Besson en la que ocurre que una raza antigua es la única en el Universo capaz de utilizar la potencia espiritual de los cinco elementos para proteger la vida y combatir la oscuridad. Otra recomendación es el libro «El Quinto Elemento» de Alejandro Suárez Sánchez – Ocaña quien describe a los cuatro elementos básicos como cuatro divisiones de los ejércitos, a los que ahora se añade un quinto elemento: el ciberespacio (también, como el éter, invisible y casi indetectable). Sobre El Quinto Elemento, pienso que escucharemos más a fondo en los días por venir.