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Un comienzo… Después de muchos años queriendo escribir, he decidido lanzarme al agua de los que se atreven. En principio te sientes como cuando vas a comenzar a nadar, esa sensación de miedo a ahogarte y no poderte mantener a flote. Luego, cuando ya tienes rato pensando en lo que escribir y comienzas, ya no hay nada que te detenga.Un día navegando por internet -por aquello de que me encantan la aguas-, me encontré con este escrito que me marcó:

¿Sabes cómo los pingüinos saben que llegó la hora de migrar? Cuando están andando y el hielo se parte bajo sus patas. Están andando como de costumbre y sienten el hielo romperse y ese acontecimiento ese minúsculo y curioso acontecimiento, consigue cambiar la vida de millones de pingüinos que a partir de ese momento saben que llegó la hora. Que llegó la hora de partir a lugares más inhóspitos para continuar con la aventura que son sus vidas…

Cuando leí este fragmento que ni siquiera decía de quien era, para mi significó el comienzo de mi cambio, no se trataba de alejarme del lugar en donde ya había vivido los últimos 10 años, sino de darme cuenta de que el cambio lo tenía que haber emprendido hacía mucho tiempo, pero cosas como la zona de confort o el creer que el tiempo se estaba agotando sin que nada pudiera yo hacer, me hicieron tocar el fondo. Se me estaba rompiendo el hielo en los pies, era hora de actuar.  EL EGO, este nunca deja ver, es una venda en los ojos y en el corazón definitivamente no deja abrirse a cosas nuevas.  LOS ERRORES, esos que parecen que marcaran nuestro camino y no hubiese vuelta de página por quedar marcados. Hoy entiendo que es una decisión verlo de distinta manera porque si bien es cierto que los errores marcan, también es cierto que se puede continuar entendiendo esas marcas como lecciones de vida. 

SABER Y CONOCER es imprescindible a la hora de comenzar algo nuevo,  el saber lo que somos y hacemos bien porque es en eso en lo que debemos basar nuestra vida. Somos como una pequeña parte de todo el engranaje de un gran reloj o una parte imprescindible del puzzle que es el universo. Cada uno tiene un lugar y propósito en el mundo, solo hay que encontrarlo. Yo afortunadamente encontré el mío, quizás tarde para algunos o en buen momento para otros, yo creo que todo tiene su momento y ocurre cuando debe ser. Gracias por leer.