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Definitivamente el problema siempre está en la información y en su manipulación por pequeños y grandes intereses. Después de ver el documental de The Magic Pill y experimentar en carne propia un cambio en el estilo de vida que estoy teniendo hoy, sentirme agradecida por haber dado con la solución a un problema que yo pensaba que no lo tendría y que seguramente muchas otras personas en el mundo estén pensando lo mismo,  no puedo dejar pasar la oportunidad de escribir la realidad, no porque la diga yo, sino porque se trata de algo que ha sido siempre y debería continuar.

 Esta es la conclusión a la que una vegana y defensora del mundo animal llega cuando intentó dedicarse a sembrar lo que comía:

“Para reducir la huella de carbono, lo mejor sería, en su opinión, el cultivo de pequeños huertos. Ella decidió sembrar un pequeño huerto entonces y se dio cuenta que las plantas que sembró necesitaban alimento para que el huerto tuviera razón de ser. Supo entonces que las plantas de un huerto o sembradío comen ¡harina y sangre de animales! Si no, ¿de dónde saldrían los minerales que se utilizan en el cultivo? Quizás les pueda parecer asqueroso, -comenta, esas harinas que se utilizan para el cultivo de esas plantas salen de animales muertos para que la tierra sea prospera, se necesitan animales muertos.

No se pueden sacar a los animales de la ecuación de la sostenibilidad. La tierra toda la vida ha evolucionado así. Es una comunidad viva y próspera en donde hay insectos que se comen la cosecha, para evitarlo puedes hacer uso de gallinas y patos que disfrutan de comer esos insectos y babosas. Puedes pensar que las esclavizas para que tu puedas comer la cosecha, pero lo cierto es que esos animales son felices haciendo su trabajo porque es lo que siempre han hecho y para lo que están, saben muy bien lo que la naturaleza necesita, son lo que deben ser.

En la agricultura cuando se cultiva maíz y soja por ejemplo, al mirar esa comida en los platos la gente se debería plantear cuanta muerte hay detrás? No es nada pacífico, agradable o sostenible. Escoges un terreno y aniquilas a todo aquel que viva allí incluyendo las bacterias.

Todas las plantas y animales que deberían vivir allí desaparecen. Plantas media hectárea de maíz y trigo, ese maíz necesitará cosas que no tiene a su disposición y tendrás que ir a traerlas de afuera e introducirlas. Requieres de una gran cantidad de fertilizantes insecticidas y fungicidas. Es una batalla porque esas otras plantas que estaban allí y los animales quieren volver.

Cada vez que plantas ese maíz, destrozas la tierra. Los prados son las raíces perennes que crean canales para la lluvia. Las plantas anuales apenas viven y por lo tanto, no logran tener grandes raíces. Así años tras año vas mirando a esa tierra. Luego esa misma tierra se desplaza, si esta en una pendiente terminará en un río local y lo matará acabando también con los peces.

Mientras tanto, el maíz que aun crece puedes llevárselo a una vaca que vive en un edificio con suelo de cemento y alimentarla durante 60 días. Pasado ese punto, morirá por el maíz, porque no es su dieta natural, pero hasta entonces engordará a gran velocidad, la matarán y se le dará de comer a los humanos que también enfermarán debido a esto. Esta es una narración de muerte y destrucción.

Existe otra propuesta, la que fue por miles de años y siempre ha debido ser. Coges esa misma parcela, pero no le haces daño, dejas que mantenga la sabiduría, su impulso de vida, su modo salvaje, entonces crecerán un montón de plantas perennes y fuerte manto de hierba. Vendrían aves grandes, aves terrestres, mamíferos pequeños y grandes y rumiantes. Producirías la misma cantidad de comida para la gente con un rumiante. Lo sacrificas para poder comerlo. Esa parcela seguirá estando en ese prado y si vuelves en 10.000 años verías que toda esa vida seguiría allí. La única diferencia es que habrá mas tierra y la vida será mas resiliente y profunda. Los humanos hemos vivido así en la Tierra durante 2.5 millones de años participando de ese ciclo. La verdadera sostenibilidad, la que siempre fue.”     En mi opinión, en los últimos 70 años nos han ido envenenando las mentes pensando que la industrialización del medio ambiente es parte de la sostenibilidad y que a su vez la pirámide alimenticia tenía su basamento en lo que la industrias dictaban como alimentos saludables. Así, los cereales, lácteos, legumbres, frutas y carbohidratos “sanos” así como la industria de la comida procesada ha cambiado y manipulado por años lo que nos llevamos a la boca. Es la información de los transgénicos, como ejemplo. La cadena es destructiva porque por lo que nos llevamos a la boca es por lo que enfermamos, vamos al médico, y nos convierten en dependientes de medicamentos pensando que nuestras dolencias jamás mejorarán porque estamos condenados a sufrir enfermedades y dolores hasta morir. Yo estoy a favor de la sostenibilidad, pero de la real, de la que fue ancestralmente y ha debido ser siempre. Por milenios de milenios.